La versatilidad de la pinsa no tiene límites: no solo es un aperitivo perfecto, una excelente alternativa a la pizza o incluso un delicioso postre, sino que también se puede preparar de muchas maneras diferentes. Una de ellas es la pinsa rellena: en este artículo te explicamos todo lo que necesitas saber, desde qué es hasta cómo se prepara, y te damos algunas ideas para una receta ganadora.
¿Qué es la pinsa rellena?
La pinsa rellena es una variante de la pinsa en la que la masa se utiliza para crear una especie de sándwich compuesto por dos capas, relleno en su interior. Se parte de una base de pinsa, que se rellena al gusto y luego se cubre con otra capa de masa que actúa como «tapa». Tras la cocción, se obtiene una pinsa que encierra el relleno en su interior, con una capa exterior crujiente y un corazón suave y sabroso.
Cómo hacer una pinsa rellena en casa: tienes dos opciones
Si quieres preparar una pinsa rellena al horno, tienes dos opciones: puedes empezar con una base de pinsa precocida o optar por la versión DIY y hacer la masa desde cero. Esta última opción, aunque menos común, te permite personalizar todo y requiere un poco más de dedicación y las herramientas adecuadas (como el horno). Ambas opciones son sencillas de realizar y te permiten obtener un resultado delicioso.
Pinsa romana rellena a partir de una base precocida
Si prefieres una opción más rápida, empezar con una base de pinsa precocida es definitivamente la mejor elección. En este caso, deberás hornear la base de pinsa durante unos 5 minutos a 220°C, hasta que esté bien caliente y crujiente. Una vez lista, córtala por la mitad para formar la base y la «tapa» y rellénala al gusto. Siempre que la receta lo permita, es mejor añadir el relleno después de la cocción para evitar duplicar el grosor del relleno, lo que podría afectar no solo la textura crujiente, sino también el sabor final de la pinsa.
Pinsa blanca rellena hecha desde cero
Si buscas un resultado más auténtico y personalizado, hacer la masa desde cero es la solución ideal. En este caso, puedes trabajar la masa para obtener la típica consistencia de la pinsa: la base será más gruesa y suave, mientras que la tapa será más delgada, similar a la de una pizza, pero siempre elaborada con masa de pinsa para garantizar su textura crujiente.
La técnica consiste en hornear la base y la tapa juntas, separadas por un poco de aceite de oliva virgen extra, que evita que se peguen durante la cocción. Una vez horneadas, separa las dos capas, deja que la temperatura baje un poco y añade el relleno previamente preparado antes de cerrar la pinsa y disfrutarla. Con este método obtendrás una pinsa rellena con una base suave y una cobertura crujiente, perfecta para realzar cualquier tipo de relleno.
Tres recetas de pinsa rellena al horno que debes probar
La pinsa rellena es una auténtica delicia que se puede disfrutar en cualquier momento. Por eso, te proponemos tres recetas fáciles de preparar, perfectas para todos los gustos.
Pinsa rellena con escarola, aceitunas Taggiasca, piñones y anchoas
Un plato lleno de sabores contrastantes y una excelente opción para quienes buscan algo original y sabroso.
Empieza escaldando la escarola durante unos 30 segundos, solo el tiempo suficiente para ablandarla un poco. Mientras tanto, prepara el relleno: en una sartén, calienta un poco de aceite de oliva virgen extra y añade los piñones, las aceitunas Taggiasca y las anchoas en aceite. Cocina a fuego lento durante unos minutos, hasta que los piñones estén dorados. Escurre bien la escarola y añádela a la sartén con el relleno, salteando todo durante 2-3 minutos más.
Mientras tanto, hornea la base de pinsa a 220°C durante unos 5 minutos, hasta que esté crujiente. Corta la base por la mitad para formar las dos capas. Rellena con la mezcla, distribuyéndola de manera uniforme. Sírvela (o cómela) de inmediato, tal vez con una pizca de pimienta negra recién molida para realzar aún más los sabores.
Pinsa rellena con salmón ahumado, aguacate y crema de queso
Un plato fresco y delicado, ideal para una cena o un tentempié ligero pero lleno de sabor.
Hornea la base de pinsa a 220°C durante unos 5 minutos, hasta que esté crujiente. Mientras tanto, corta el aguacate en rodajas finas y rocíalo con un poco de aceite de oliva. En un bol, prepara la crema de queso mezclando queso crema con un poco de zumo de limón, sal y pimienta, hasta obtener una crema lisa y compacta. Prueba para asegurarte del equilibrio de sabores.
Cuando la base de pinsa esté lista, córtala por la mitad y unta una capa generosa de crema de queso, añade las rodajas de aguacate y distribuye el salmón ahumado por encima. Disfruta de la pinsa rellena de inmediato, tal vez añadiendo algunas hojas de rúcula para un toque fresco y de color.
Pinsa rellena con calabacines a la parrilla, mozzarella y tomates cherry
Perfecta para una cena veraniega o una comida familiar, esta pinsa vegetal es una combinación de ingredientes frescos que traen todo el sabor de la naturaleza a la mesa.
Corta los calabacines en rodajas finas (de unos 3-4 mm) para asegurarte de que se cocinen uniformemente durante la parrillada. Cocina los calabacines en una plancha caliente o en una sartén antiadherente con un poco de aceite de oliva, teniendo cuidado de no ablandarlos demasiado. Durante la cocción, sazona con una pizca de sal y pimienta negra para realzar su sabor y obtener un ligero dorado.
Mientras la pinsa se hornea, corta los tomates cherry por la mitad y condiméntalos con un poco de aceite, sal y pimienta. Para el relleno, distribuye uniformemente los calabacines a la parrilla sobre la base de la pinsa. Añade las rodajas finas de mozzarella, que se fundirán fácilmente gracias al calor de la pinsa recién horneada. Completa con los tomates cherry cortados a la mitad, distribuyéndolos de manera homogénea sobre el relleno.