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Pinsa y tomate: 6 recetas para una pareja perfecta

Si tuviéramos que elegir un solo ingrediente para combinar con la pinsa tomate, probablemente sería el tomate. ¿Cuántas pizzas podríamos imaginar sin su inconfundible capa de salsa roja? Lo mismo ocurre con la pinsa: ya sea simple o elaborada, el tomate está casi siempre presente y puede actuar tanto como base como protagonista del plato. Descubramos juntos algunas formas de realzar esta pareja perfecta.

Pinsa y tomate: cómo aprovecharlo al máximo

Lo que hace que el tomate sea único es su extraordinaria versatilidad: puede prepararse de diferentes formas, desde la firmeza de una rodaja o un gajo hasta la cremosidad de una salsa, adaptándose a innumerables recetas y tradiciones. Al igual que con la pizza, la focaccia y muchos otros productos horneados, el tomate puede ser el punto de partida simple o el protagonista absoluto de la receta. Todo depende de cómo se utilice. Aquí te presentamos las formas más comunes y deliciosas.

La clásica base de tomate: atención a la consistencia

El uso más tradicional del tomate, que recuerda mucho a la pizza y la focaccia, es la salsa: un puré de tomate condimentado con aceite de oliva virgen extra, sal y quizás un toque de orégano o albahaca. Es perfecta para resaltar la ligereza de la pinsa tomate sin cubrir su sabor, pero cuidado con la consistencia y la cantidad: la salsa debe ser lo suficientemente espesa para embellecer la pinsa sin hacerla demasiado blanda o húmeda. El riesgo es perder la característica textura crujiente de la pinsa.

Tomates frescos en rodajas o dados

Si quieres darle un toque más fresco y natural, puedes usar tomates cortados en rodajas, gajos o dados, preferiblemente añadidos en crudo después de la cocción para conservar su jugosidad. Los tomates cherry o datterini, con su sabor dulce, combinan perfectamente con la pinsa, especialmente si se acompañan de un queso suave como la stracciatella.

Tomates confitados: un concentrado de sabor

Los tomates confitados se cocinan lentamente en el horno a baja temperatura, sazonados con aceite de oliva virgen extra, sal, azúcar y especias como tomillo u orégano. Este proceso los deshidrata parcialmente, concentrando sus azúcares naturales y haciéndolos muy aromáticos.

Puedes prepararlos en casa o comprarlos ya listos, perfectos para enriquecer el plato sin tener que esperar la cocción. El sabor caramelizado se combina bien con ingredientes cremosos como la ricotta o con sabores más intensos como las anchoas o los quesos curados.

Tomates secos: intensidad y carácter

Los tomates secos se secan al sol o en el horno, perdiendo casi toda su agua y adquiriendo un sabor muy intenso y bastante salado. A menudo se conservan en aceite con hierbas aromáticas, lo que potencia aún más su carácter. Son ideales para platos con un sabor intenso.

Seis recetas de pinsa tomate para preparar en pocos minutos

Ahora estamos listos para cocinar. Las recetas que te presentamos aquí son simples, rápidas de preparar y perfectas para quienes buscan una comida deliciosa sin renunciar a una alimentación equilibrada. ¡Descubrámoslas juntos!

Pinsa precocida con tomate y mozzarella: el gran clásico

No se puede empezar sin mencionar la receta más icónica: una base de pinsa crujiente, salsa de tomate y mozzarella fundente. En pocas palabras, la margherita. La preparación es sencillísima: distribuye el puré de tomate sobre la pinsa precocida, añade un chorrito de aceite de oliva y hornea durante unos 5 minutos a 240°C. Añade la mozzarella en los últimos minutos para que se derrita a la perfección sin quemarse. Alternativamente, puedes añadir mozzarella de búfala después de la cocción para un toque más intenso.

Por qué gusta: Tomate y mozzarella es el comfort food por excelencia y gusta a todos. Es un plato sencillo, en el que la ligereza de la mozzarella no cubre el sabor del tomate, sino que lo resalta aún más.

Pinsa con tomates secos: intensidad y carácter

Si te gustan los sabores intensos (y el tomate, por supuesto), esta pinsa es para ti. Los tomates secos, con su sabor concentrado y salado, aportan profundidad a cada bocado. Pero cuidado con el equilibrio: su sabor intenso podría dominar los demás ingredientes. Recomendamos untar una capa fina de stracchino sobre la pinsa, añadir los tomates secos cortados en trozos pequeños para repartirlos mejor y terminar con un chorrito de aceite de oliva virgen extra. Después de 5-6 minutos en el horno, el resultado será una explosión de sabor.

Por qué gusta: Una pinsa muy sabrosa que juega con el contraste entre la cremosidad del queso y la intensidad de los tomates secos.

Pinsa con stracciatella y tomates: frescura y cremosidad

Una receta perfecta para quienes aman los sabores frescos y equilibrados. Después de calentar la base de la pinsa en el horno durante 5 minutos, añade la stracciatella y los tomates cortados por la mitad. Puedes usar tomates rojos para un sabor dulce e intenso o tomates amarillos, un poco más delicados. Completa con albahaca fresca y un chorrito de aceite de oliva virgen extra.

Por qué gusta: La combinación entre la stracciatella y los tomates crea un equilibrio perfecto entre dulzura y acidez. Además, los tomates aportan fibra y vitaminas, convirtiendo esta pinsa en una opción deliciosa y saludable.

Pinsa con burrata y tomates: la versión gourmet

Muy similar a la anterior, pero en lugar de stracciatella utilizamos burrata. Ambos ingredientes comparten la misma esencia: la burrata es una capa exterior de mozzarella con un interior cremoso de stracciatella. Ambos productos, con su sabor característico, son ideales para ser consumidos en su estado natural, quizás solo con un toque de aceite de oliva y algunos tomates para crear un contraste agradable. Elegir entre burrata o stracciatella es cuestión de preferencia personal.

Por qué gusta: La mezcla de burrata y tomates ofrece una experiencia de sabor única. La burrata, rica en proteínas y grasas saludables, combina a la perfección con la ligereza del tomate.

Pinsa con pesto y tomates: un toque mediterráneo

Para una explosión de sabores, añade un toque de pesto a la base roja de la pinsa tomate, pero sin exagerar: el sabor intenso del pesto debe complementar al tomate, no dominarlo. Después de hornear la pinsa con la salsa de tomate, distribuye algunas gotas de pesto de albahaca y añade tomates rojos y amarillos cortados por la mitad, que aportan frescura y un contraste entre dulzura y acidez. Completa con virutas de parmesano y un chorrito de aceite de oliva virgen extra para ligar todos los sabores.

Por qué gusta: El pesto aporta un toque aromático intenso que combina perfectamente con la dulzura de los tomates.

Pinsa con stracchino y tomates: cremosa y delicada

Volvemos a las recetas más ligeras y delicadas. Si te gustan las texturas suaves, esta pinsa es para ti: Después de terminar la cocción, unta stracchino en la base y añade tomates frescos cortados en gajos. Puedes enriquecerla con un toque de orégano o algunas aceitunas taggiasca para un extra de sabor.

Por qué gusta: La cremosidad del stracchino equilibra la acidez del tomate, creando un contraste armonioso.

Estas seis recetas son solo un punto de partida para explorar el mundo de las combinaciones entre pinsa tomate. De hecho, se podrían escribir enciclopedias enteras sobre el uso de este ingrediente en un producto horneado como la pinsa.

El tomate es un alimento extremadamente versátil: puede ser un acompañante discreto, que enriquece sin invadir, o un protagonista absoluto, capaz de dominar el plato. La clave está en la creatividad y en prestar atención a las combinaciones. ¡Buen provecho!

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